lunes, 28 de septiembre de 2015

iDecálogo 5. Somos pueblo, comunidad

¡Hola, hola, hola!iDecálogo 5
Querido amigo iMisionero… Siguiendo con nuestro repaso al iDecálogo para la evnangelización en Internet, hoy quiero comentar un poco uno de los puntos que creo es de los más importantes, el de que, también en internet, ¡somos Iglesia!

¡Somos Iglesia! Es maravilloso ser Iglesia. Si alguna vez has tenido experiencia de ello sabrás de lo que hablo. Es difícil de explicar en una entrada de blog… No se… ¡Es tan grande estar en comunión espiritual con personas que apenas conoces! ¡Tan hermoso saber que tantos hermanos hablamos el lenguaje más extendido en el mundo, el de la fe! Vayas donde vayas puedes estar como en casa, disfrutando de la riqueza enorme de dones y carismas que suscita el Espíritu Santo como quiere, cuando quiere y donde quiere.
Pero claro, también hay dolor y quebraderos de cabeza. ¡Que feas son las envidias y los celos! ¡Que impotencia ver desunión, críticas y juicios! A más división menos evangelización, no te quepa duda, amigo lector.
Y también al contrario. A mi lo que me llevó a conocer a Dios, lo que empezó a cambiar mi vida, lo que me ayuda día a día, es ver cómo se quieren y tratan los cristianos. El amor entre los que aman al Amor evangeliza.
Por tanto, para evangelizar en internet es clave el testimonio de Unidad en el Amor. El modo de tratarnos entre nosotros dice muchísimo más que los 140 caracteres más brillantes que se nos puedan ocurrir. El poder ver como buenas y difundir las publicaciones de los demás para que puedan llegar a otros habla de la humildad del cristiano de estar siempre dispuesto a reconocer lo Bueno y entregarlo a otros. El poder conocer a otros cristianos, acogerles y aprender de ellos, sean del grupo o carisma que sean, es un testimonio de la Unidad que Dios pide a su Iglesia más allá de las redecillas y tontas disputas por ver quién tiene “mejor” carisma.
¡No somos francotiradores de la fe! ¡Somos hermanos! ¡No tenemos que tolerarnos sino que amarnos! ¡Es precioso vivir así!
Hasta otra entrada, querido amigo. Dios te bendiga.

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